La carrera presidencial de un “outsider”

El Presidente de FAIGA, Juan Carlos Sacco, ofrece una reflexión de fin de año sobre el recorrido de la figura del actual Presidente de la Nación, Javier Milei, y las perspectivas de cara al 2025.

Queridos colegas gráficos de todo el país, proveedores, distribuidores y amigos en general, venimos de 4 años de zozobras que, tapados por la emisión monetaria y el llamado “Plan Platita” del 2021 al 2023, hemos sobrevivido con algo de holgura ficticia, obviamente comido por la destructiva inflación. 

Pero la vida da revancha. Fue así que en un año eleccionario se veía venir un gran cambio en todo el país en favor de otro partido político. Todo apuntaba a Juntos por el Cambio. Pero no fue así por motivo de la mezquindad de ese rejunte de partidos, sumado a la disgregación del kirchnerismo o peronismo. El resultado fue de lo mas inusual en la política, que gane alguien que, aunque lo hubiese soñado y le hubiera gustado ser presidente, era un imposible. Sin embargo, como la Argentina es tan impredecible, Dios sacó un conejo de la galera y un panelista de economía (y otros menesteres como imitador, cantante, futbolista y demás) resultó electo Presidente sin partido político, sin recorrer más que los programas de televisión, sin conocer el país.

Esta persona llegó a la Presidencia producto del hartazgo generalizado, concentrando los votos de gran parte de la juventud, los votos de Juntos por el Cambio y hasta de la clase más pobre del kirchnerismo. Así, con su clásica propuesta de un león con una motosierra, que es lo mismo que decir un mono con navaja, el 10 de diciembre de 2023 le pusieron la banda presidencial. 

Decidido a basar su Presidencia en un ajuste al que nadie se animó en la historia, y aunque no nos gusten ni los modos, ni las formas, ni su vocabulario hostil y agresivo; al día de hoy y considerando que apenas ha comenzado recién, ha logrado en solo 11 meses revertir una macroeconomía como casi ninguno de nosotros ha visto desde hace décadas. Bajó la inflación a números, aunque todavía altos a criterio global, extremadamente bajos mensualmente; consolidó el superávit fiscal y comercial; y, por sobre todo, dejó de emitir pesos, comenzando así, poco a poco, a dejar de ser un león con la motosierra para convertirse paulatinamente en un político casi de casta, ya que su entorno así lo refleja.

Visto esto último, seguramente terminará siendo un político más, al igual que todos, pero diferente en el sentido de que, al menos hasta hoy, lo que promete lo cumple. 2024 será un año que quedará en la historia por el “tsunami transformador“ marcado por “la motosierra” y el ya icónico “no hay plata“, sin mencionar también los más de 100 funcionarios echados “por las dudas”. 

Así y todo, estamos comenzando el año más difícil. El año del “Presidente sin partido” o bien, apelando a términos futbolísticos, “el arquero de Chacarita“ que con su  improvisación deberá consolidar su gestión. Esto será complejo porque necesita lograr muy rápidamente ocuparse de la microeconomía, de sectores como la construcción, las PyMEs comerciales, las PyMEs industriales (de las cuales advertí en reiteradas ocasiones sobre la importancia de preservarlas) y el campo, ya que son las únicas que pueden reactivar el mercado del trabajo formal, pagar impuestos y, a fin de cuentas, reactivar la economía para volver al círculo virtuoso.

Solamente después de lograr esto se podrá pasar finalmente a asentar un proyecto sustentable y realizar la gran reforma fiscal, tributaria, laboral y financiera. Si esto no ocurre al menos en un 70% durante el 2025 todo lo hecho se diluirá. También es cierto que estamos en un año de elecciones de medio término, donde aún haciendo una excelente elección La Libertad Avanza seguirá siendo minoría en el Congreso. En este punto, creo que será muy determinante la actitud que tome Milei respecto a si decide bajarse del “pony blanco“ y negociar con su único aliado importante, el PRO.

Para finalizar, una vez más digo que la Industria Gráfica es industria de industrias y ahora agrego que el día que no existan gráficas en todo el país será porque ya no hay más país. Tengo mucha fe en que por la cantidad de máquinas que ya se importaron y las que ingresarán, este año demuestre que muchos de los nuestros, o bien se están reconvirtiendo, o están apostando a más competitividad. Si esto ocurre, en 2026 tendré la tranquilidad y satisfacción de que habré entregado mi legado con una FAIGA fuerte y poderosa políticamente. En lo que respecta a este año que comienza, brindo por la fuerza y la resiliencia de nuestra Industria Gráfica, que una vez más quedó demostrada en la presencia multitudinaria de todos los actores del sector, tanto gráficos como proveedores, en el cierre que hacemos siempre con nuestra Cena Anual de Camaradería.